Consumidores con más información, hiperconectados y nuevos hábitos de vida y concienciación sobre alimentación y medio ambiente, está haciendo cambiar nuestra alimentación. Se trata de consumidores que buscan nuevas experiencias de consumo.

Esto exige empresas agroalimentarias flexibles y capaces de adaptarse rápidamente a las nuevas  demandas del cliente.

El sector agroalimentario cubre empresas muy numerosas y diferentes, por lo que las oportunidades de transformación digital son ilimitadas. Desde los sensores ubicados en las zonas de cultivo, que indican cuando regar en función de datos de temperatura, humedad, etc… a cadenas y procesos de transformación alimentaria y bienes de consumo envasados.

Las tendencias señalan que se busca una mayor personalización de los productos, alimentos más saludables, mayor rapidez de llegar al mercado e incremento de la regulación.

Esto se traduce en una mayor planificación de la producción, flexibilizándola y obteniendo su trazabilidad, la implantación de sensores avanzados en procesos alimentarios, capaces de controlar la calidad, medir cantidades, temperaturas, niveles y reducir los tiempos, para optimizar el proceso, garantizar la calidad del producto, pesaje móvil y llegar al cliente final cuanto antes.

Casos de éxito